For those dear readers who speak Spanish, I am sure you will love this!
¿Por que nos sentimos siempre a menos con otros paises?
¿Por que nos sentimos siempre a menos con otros paises?
No somos un país desarrollando es cierto.
No tenemos grandes industrias y educación suficiente
para solucionar nuestro caos vehicular.
No tenemos las langostas de Maine, pero tenemos los
camarones de Sánchez, no tenemos el trigo de Kansas, pero tenemos los arrozales
del San Francisco de Macorís.
No tenemos las papas de Idaho, pero tenemos la yuca
de Moca y los plátanos de Barahona; no tenemos la cocina exótica europea, pero
tenemos nuestra sazón criolla que tanto añoramos cuando estamos fuera de
nuestra querida isla, no tenemos los kiwis de Nueva Zelanda, pero tenemos
guayabas por todas partes.
Somos los de los mangos banilejos y del dulce de
leche de Baní, las tortas de Pimentel, los chicharrones de Villa Mella, los
pasteles en hoja de San Cristóbal, el mabí del Seibo, las hojaldres y rosquetas
del San Cerro.
Dios nos ha bendecido con un sol precioso, un cielo
como ningún otro y unos paisajes que no los apreciamos hasta que dejamos de
verlos.
Tenemos ron. Todas quieren tomar cerveza Presidente.
Cigarros dominicanos. Bailar merengue. Contratar peloteros dominicanos.
Hay quienes han dado más jonrones que Sammy Sosa,
pero ninguna tiene el carisma de criollo.
Somos un pueblo alegre, de piropos, de bromas, de
compartir en el colmado, de hacer sancocho cuando llueve, de jugar dominó, de
jugar pelota en la calle, de salir a bañarse bajo la lluvia, de volar chichiguas
en cuaresma, del café de la vecina, de serenatas, de “asaltos” de cumpleaños,
de habichuelas con dulce, de discusiones por fritos verdes y concón, de
cocinados y “serruchos,” de angelitos de navidad, de bailar, de bailar en la calle,
de hablar alto y reír duro.
Somos dominicanos.
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